Los pequeños y medianos empresarios ya cuentan con herramientas que les permitirá encarar procesos para mejorar la competitividad
La participación de Tucumán en el Producto Bruto Interno (PBI) argentino sigue en torno del 1,8%. En su territorio reside el 2,7% de la fuerza laboral del sector privado formal del país. A su vez, esta dotación representa poco más del 60% de los trabajadores del distrito; el otro 40% lo conforman los agentes de la administración pública (provincial y nacional). Y en el mercado de trabajo tucumano hasta hay diferencias que parecen insólitas; por ejemplo, que un empleado privado gana $ 3.628 al mes, mientras un estatal llega a cobrar $ 3.987 (según datos oficiales a fines de septiembre). Esta radiografía socioeconómica de la provincia es parte del primer boletín informativo del Departamento de Economía Aplicada de la Fundación Empresaria de Tucumán (Fundafet). Y pretende convertirse en una herramienta al alcance de las pequeñas y medianas empresas (PyME), así como de las Microempresas, según dijeron a LA GACETA el director de este departamento, Arquímedes Carrizo, y el coordinador, José Agustín Maldonado. Ambos visitaron nuestro diario en compañía del presidente de la Fundafet, Pedro Benejam, del prosecretario, Gerónimo Cárdenas, y del director de la organización, Carlos Córdoba.
El boletín es una compilación de datos que pueden contribuir a que las empresas de menor envergadura tomen decisiones de negocio, explicó Carrizo. «El objetivo es construir una plataforma de información socioeconómica, bajo el concepto de inteligencia competitiva, esto es una fuente de datos que brinde información oportuna (en tiempo real), con valor necesario para que los directivos diseñen sus estrategias», dijo el consultor.
La intención de la Fundafet es que este boletín sea periódico, bimestral y hasta mensual. Es un elemento de consulta que ya está disponible en el sitio oficial de la Federación Económica de Tucumán (FET) http://www.fet.com.ar.
¿Por qué el trabajo apunta más a las PyME? Maldonado respondió que se trata de uno de los sectores que -por su estructura- no tiene tantas posibilidades de acceder a información que les permita competir con otras empresas, nacionales y extranjeras. De hecho, uno de los objetivos planteados en la carta fundacional de Fundafet es la de facilitar y aumentar el acceso y la calidad de la información vinculada para las PyME y grandes empresas del sector agrícola, agroindustrial, industria y de servicios de Tucumán, en particular, y del Norte Grande, en general, recordó Benejam. Otro es proporcionan también herramientas para la capacitación y el perfeccionamiento de los jóvenes profesionales.
A su vez, Cárdenas afianzó la idea de continuar con el proceso de capacitación de dirigentes vinculados con las PyME y también potenciar los sistemas de Responsabilidad Social Empresaria (RSE), como prácticas y políticas permanentes en el sector privado.
En tanto, Córdoba remarcó que la Fundafet está abierta a cualquier tipo de sugerencia que puedan efectuar los empresarios locales y de la región respecto de información y estrategias que les permitan apuntalar su competitividad. En ese contexto, los empresarios consideran fundamental contribuir al desarrollo de los mercados de capitales del NOA, y así evitar la migración de los capitales.
Cinco procesos
¿Cómo utilizar la inteligencia competitiva? Según los miembros del Departamento de Economía Aplicada de la Fundación Empresaria de Tucumán hay cinco procesos a aplicar:
Objetivos estratégicos. Establecer caminos y puntos críticos para lograr las metas.
Seguimiento del contexto. Diseñar sistemas de exploración de los mercados y otros aspectos importantes.
Inteligencia de mercados. Procesar y desarrollar la formación con valor para la toma de decisiones.
Entrega a los usuarios. Poner a disposición de quienes toman decisiones relevantes en las organizaciones todos los datos necesarios para ese fin.
Inteligencia competitiva. Ejecutar las acciones para cumplir con las estrategias que se han diseñado.
En estos cinco pasos se basa el trabajo que ejecuta el Departamento de Economía Aplicada.
«Visto las enseñanzas de la historia económica local, parecería prudente que los productores -en lugar de concentrarse en los grandes volúmenes de productos primarios (commodities)- se concentren en bienes de tercera generación, con mayor valor agregado», sugiere la Fundafet.