Los biocombustibles y la electricidad de fuentes renovables pueden promover el desarrollo, según la visión de expertos en temas azucareros. Arquímedes Carrizo opinó que el buen precio externo del azúcar favorece los acuerdos de exportación. Horacio Ibarreche pidió que se integren garantías al último convenio
«Tucumán tiene un futuro venturoso en la medida que sus sectores privado y estatal logren construir una estrategia y modelo de desarrollo económico en torno a su sector sucroalcoholero. Esto requiere elaborar, difundir e internalizar, en nuestra clase dirigente pública y privada, los valores practicas e instituciones que permitan y favorezcan las inversiones necesarias», dijo el consultor azucarero Arquímedes Carrizo. Sostuvo que la caña es la materia prima más eficiente en la producción de energía renovable. «Sus balances energéticos, su reducida contaminación en carbono y su alta productividad, permiten producir con notable eficiencia combustibles líquidos para el transporte, energía en forma de vapor y electricidad para las fábricas y para la demanda domiciliaria», remarcó. Recordó que la Argentina tiene un programa básico destinado a incentivar la producción de biocombustibles y electricidad de fuentes renovables, que fue «una muy buena plataforma para empezar a construir un modelo de desarrollo integral en base a la caña. Pero sólo podremos avanzar en un modelo de este tipo si el sector azucarero supera su gran problema desde 1983: la falta de orden en el manejo de la oferta de azúcar en el mercado interno». Observó que ahora que el precio mundial del azúcar gira en U$S 550, muy superior al de años anteriores; «las reglas de juego a acordar entre los productores son muy simples y aplicables a coyunturas puntuales como la actual, en la cual el atraso cambiario no hace atractivo el precio de exportación». Carrizo enfatizó que, mientras tanto, y frente a la crisis actual por sobre oferta de azúcar en el mercado interno, los productores y el Estado tienen que acordar qué herramienta a aplicar. «El abanico de mecanismos es amplio y van desde contratos privados hasta la creación de normas legales especificas, o usar la política fiscal y/o aduanera», subrayó. El asesor azucarero Horacio Ibarreche calificó de «error grave» el debate que se instaló sobre la conveniencia de generar mecanismos legales, incluso una ley (nacional o provincial) que vuelva a regular la actividad azucarera al menos en lo que a exportaciones se refiere. «Hoy los mercados internacionales son tres veces superiores en precio a los de aquellos tiempos y tenemos el bioetanol. Ayudados por esos dos efectos, alcanzarían y sobrarían los entendimientos entre los protagonistas de la actividad azucarera en Tucumán para superar los problemas», añadió. Consideró que se dio un paso importante con el convenio de distribución de cuotas de exportación de azúcar. «Si prima la sensatez, ayudados por la buena voluntad del Estado provincial, el próximo viernes deberían todos, sin excepción, llevar la solución concreta para que se haga efectivo el acuerdo. Más que un tema de abogados y de vericuetos legales, es de voluntad de cumplimiento y garantías. Si así se hiciere el lunes reaccionarán los mercados a la suba y todo se habrá encaminado», concluyó.
