El consultor Arquímedes Carrizo vaticina una producción récord, pero plantea Interrogantes. Transferencia de ingresos y pérdidas.
La zafra 2006 se perfila con un potencial excepcional para los productores. La producción alcanzará volúmenes bastante superiores al récord de 2005 y el mercado internacional presenta los mejores valores de los últimos 25 años. Así lo interpreta el consultor Arquímedes Carrizo. Sin embargo, aclara que es valido plantearse dos interrogantes:
1-¿En qué medida el fruto de esos precios internos y externos esperados, llegarán a los productores de Tucuman?
2-¿En qué medida el sector está contribuyendo al mayor bienestar de la provincia?»Hasta hoy los precios que han recibido los productores de la zafra 2005 fueron: un tercio de la producción se vendió en casi U$D 0,22 por kg.; otro tercio se exportó a un precio promedio de U$D 0,17 y el restante se está vendiendo a unos U$D 0,27″, indica.
Es decir que el promedio del año será de unos U$D 0,22, comparable con los precios de períodos de crisis. Ante esto surge otro interrogante: ¿por qué si en una moneda como el dólar, que mide el valor de la producción en moneda constante, entre 1999 y 2001 se vivió una de las peores crisis y ahora se respira un clima de tranquilidad entre los productores? «La respuesta es simple: la devaluación modificó los precios relativos del sector beneficiándolo. No hubo una mejora en los ingresos, sino una caída en términos reales de los precios de la mano de obra, servicios y de algunos insumos», contesta Carrizo. Y agrega que esta caída en los costos se fue recuperando desde 2003 a 2005 y ahora es bastante menor, pero sirvió para recuperar la estructura patrimonial de las empresas.
«Hoy se empalma con una recuperación en los precios internacionales que permite exportar todos los excedentes del mercado interno. Es decir que entre 2002 y 2005 los azucareros no aumentaron sus ingresos en términos reales, sino que tuvieron una caída de costos, que en última instancia, son transferencias de ingresos de sectores de la economía local entre sí y con el resto del país, con relación a los precios vigentes en los 90»,dice.
Según Carrizo, este proceso fue positivo para los productores, aunque la contribución sería más genuina al bienestar de la provincia, si se lograra una mejora en los ingresos en términos reales con una adecuada comercialización de la producción.
«Para eso, el Gobierno debería diseñar una estrategia con el fin de que la Nación no interfiera tanto en la actividad y así los productores perciban los mejores ingresos actuales del mercado internacional», señala. Hoy el precio externo es de U$S 0,15 por kilo, más alto que el interno, producto de una política interna de precios, que acompaña la política oficial anti-inflacionaria. «Esto le va a costar a Tucumán más de U$S 150 millones en la zafra 2006. Es una transferencia de ingresos de Tucumán al resto del país y un premio a los contrabandistas de azúcar», asegura. Carrizo pregunta si es justo y racional que en una economía funcionen dos precios para el mismo producto. «Todo el equipamiento industrial, insumos y bienes de consumo, los importa del exterior o de otras partes del país, a precios de mercado. Los productores locales, que han sobrevivido al ajuste de fines de la década del 80 y del 90 (que sacó a miles de cañeros del mercado e hizo quebrar a las fábricas azucareras de capitales locales), tienen el derecho a percibir el fruto de sus esfuerzos y recuperar parte de los capitales perdidos en crisis pasadas», justifica.
«Durante los 90 y a comienzos del nuevo siglo, la Argentina se ubicó entre los tres países con precios internos de azúcar más bajo del mundo (datos de Sugar Alliance de USA), junto con Brasil y Tailandia», acota. Estos últimos países cuentan con sofisticados mecanismos de subsidios que le permiten tener bajos precios, aclara. Los azucareros locales, sólo contaron con un simple mecanismo de defensa antidumping, que no funciona en años en que la producción excede la demanda interna. La historia no muestra que cuando esto último ocurrió hubo crisis sectorial.
«Ahora bien, es importante valorar que el importante ajuste organizativo, tecnológico y accionario azucarero de la década del 90, mejoró su competitividad como unidades empresarias, con importantes caídas en sus costos. Pero éstas se originaron, tanto en mejoras tecnológicas y organizativas y en caídas en los ingresos de los sectores vinculados a la industria», dice. Por eso es importante analizar en qué manera los ingresos del sector contribuían en el pasado al Producto Bruto de Tucumán. Para medir los ingresos del azúcar partimos de 1980, que fue récord y estuvo en el orden de los U$S 900 millones, con precios externos muy altos, casi el doble de lo esperado para este año.
«Las estimaciones de ingresos sectoriales muestran una tendencia de reducción en la participación de los ingresos azucareros en el PBI de Tucumán, poco más de la mitad de los recursos que aportaba en promedio en la década del 80», afirma el experto. Esta estimación es coherente con el índice de precios mayoristas del azúcar que publica el Centro Azucarero Argentino.
Carrizo puntualiza que todo esto lleva a plantear una estrategia sectorial que aumente los ingresos con una mejor comercialización interna, contemplando los efectos y distorsiones de los períodos de altos y bajos precios mundiales y los intereses de todos los productores y regiones. «La experiencia nos indica que los gobiernos locales deben tener un rol importante junto a los empresarios, para impulsar modelos productivos competitivos, que incentiven la inversión de grandes y pequeñas empresas; aumenten el valor agregado de sus productos; que tengan una moderada presión impositiva y cuenten con infraestructura básica y desarrollos de nuevas tecnologías», finaliza.
Clima y salarios desvelan a cañeros
En general, los productores cañeros consideran que la de este año será una zafra con buenos niveles de producción. Sin embargo hay dos cuestiones que desvelan al sector: los factores climáticos y las discusiones salariales. Esto lo reveló Sergio Fara, titular de la Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT).
«El último fenómeno (tormentas) planchó la caña en una gran cantidad de hectáreas como pocas veces se ha visto. Esto, sin dudas, deteriora el cultivo y disminuye la concentración de azúcares, ya que al estar arrastrada, no madura», indicó. A esa situación, Fara le agregó otra: las heladas.
Respecto del reclamo de los gremios por aumentos salariales, el titular de UCIT fue contundente: «vamos a discutir los reclamos en paritarias, pero las demandas se atenderán en función de la productividad y de los ingresos que tengan los productores». Según el cañero, un incremento desmedido en los gastos salariales que desfasen la economía del productor no será posible. «Antes se requerirá un serio estudio sobre las posibilidades que tengan los cañeros para hacer frente a un mayor gasto en salarios», puntualizó. Fara, además, cree que lo importante para la actividad es que no se produzca un desabastecimiento en el mercado interno. «Por ahora los precios están estables en un actividad desregulada como lo es la azucarera», remarcó.
En Brasil prevén producción récord
SAN PABLO.- La zafra de la región centro-sur de Brasil del ciclo 2006/07 alcanzaría un récord de 375 millones de toneladas, por encima de los 336,8 millones de la campaña previa, anunciaron los referentes de la Unión de la Agroindustria Cañera de Sao Paulo (Única).
En su primera estimación sobre la nueva cosecha, la entidad agro-industrial puntualizó que la principal región cañera de Brasil producirá 25,5 millones de toneladas, unos 3,5 millones más que en la anterior campaña. A su vez, la institución prevé un volumen de exportación cercano a las 17,5 millones de toneladas, 3 millones más que lo comercializado a otros países durante la campaña anterior.
Paralelamente, la producción del biocombustible etanol derivado de la caña fue estimada en 15.600 millones de litros y las exportaciones en 1.900 millones de litros, desde los 14.300 millones y 1.940 millones, respectivamente, en la campaña 2005/06, de acuerdo con los informes preliminares del sector cañero. La zafra comenzó en marzo, dos meses antes de lo usual, para prevenir una posible escasez de etanol. La región centro-sur produce el 85% de la cosecha de caña de Brasil, el mayor productor y exportador mundial de azúcar y etanol. (Reuter)