Según una consultora, la sobre oferta del producto en el mercado ahoga a productores e ingenios, y afecta la rentabilidad del sector El informe recalcó que los recursos perdidos en el período 1992-2015 superan el valor del PBI tucumano de todo un año.
En los últimos 23 años, por vender su azúcar a precios inferiores a los de la importación, Tucumán perdió, en materia de ingresos, U$S 3.325 millones, sin contar los derechos aduaneros, y U$S 5.153 millones, con los derechos aduaneros. A su vez, esos recursos hubieran significado inyecciones en la economía provincial por U$S 2.524 millones y U$S 4.113 millones, respectivamente. Así lo indica el cálculo que elaboró la consultora provincial Arquímedes Carrizo y Asociados, y que fue incluido en un informe sobre la transferencia de ingresos del sector azucarero tucumano hacia el resto del país, como consecuencia del impacto negativo de las políticas económicas nacionales y las regulaciones publicas y privadas.
Según el estudio, este escenario de pérdida de ingresos estuvo marcado por el debilitamiento general de la economía y por la falta financiero. Así, las industrias azucareras y las empresas agrícolas no pudieron invertir en equipamiento y en medioambientales; además, afrontaron una fuerte presión fiscal por parte del Gobierno provincial. Esto redujo el Producto Bruto provincial, debido a la importancia y al efecto multiplicador que tiene la industria azucarera, advirtió el informe sectorial. “Estos recursos no ingresados por los azucareros locales lo ganaron las empresas que tienen como insumo el azúcar y los consumidores directos en el resto del país”, enfatizó la consultora.
El trabajo no incluyó la transferencia que hizo la agroindustria a los supermercados durante la gestión del Secretario de Comercio nacional, Guillermo Moreno. Durante ese período se estableció la denominada “cuota Moreno”, que contempló la entrega de un 6% de la producción de azúcar a un precio menor al vigente en el mercado interno, fijado por el organismo oficial.
En el lapso de las zafras 2008-2014, la provincia “entregó a los supermercados, aproximadamente, 498.000 toneladas en paquetes de un kilogramo, a precios subsidiados. La diferencia entre estos valores y los precios vigentes en el mercado interno, para el azúcar tucumano, fue del orden de los U$S 102 millones”, consignó la consultora.
Además, recalcó que los ingresos perdidos entre 1992 y 2015 en forma directa, más los probables ingresos financieros, representaron un valor superior al del Producto Bruto tucumano de todo un año.
“El descenso de los precios azucareros externos en los últimos años estuvo lejos de tocar los mínimos valores de las décadas del 80’ y del 90’. De hecho los valores más bajos de los últimos 12 meses son más del doble del piso del precio registrado en esas décadas. Por lo tanto, de no mediar el bajo tipo de cambio y la presión fiscal, los productores hubieran exportado los excedentes de azúcar con una ecuación económica razonable, lo cual hubiera descomprimido el mercado interno”, subrayó el informe.
La contracara
La realidad del mercado fue otra, y superó los intentos por instaurar algunas reglas de juego públicas y privadas para enfrentar la coyuntura negativa, consideró la consultora, dirigida por el especialista Arquímedes Carrizo. Esto provocó la sobreoferta del producto.
El resultado lógico fue la abrupta reducción del precio interno. “Los únicos beneficiados de este contexto negativo, fueron los compradores de azúcar del resto del país, que pudieron adquirir el producto a precios muy bajos. Así, se repite el mismo escenario, con algunas variantes, de las crisis de los últimos 35 años”, insistió la consultora.
El trabajo estuvo orientado a determinar en términos económicos el valor estimado del impacto negativo de las crisis azucareras desde 1992 hasta 2014. “Lo central fue estimar el precio de mercado justo para los productores y para los consumidores argentinos. En nuestra opinión, ese precio sería el costo del azúcar importada y nacionalizada en nuestro país. Con ese valor, los consumidores tendrían un edulcorante con un precio competitivo en el plano global y los productores podrían alcanzar una rentabilidad razonable”, analizó la consultora.
Finalmente, los autores del informe señalaron la necesidad de que se profundicen los análisis y los estudios económicos sobre la caída del precio del azúcar, para que los tucumanos tengan claro cuáles son las políticas económicas macro y sectoriales, que contemplen en forma equitativa sus intereses. “Por ende, podrán bregar por ellas los líderes políticos de la provincia, los empresarios y los sindicatos, antes los poderes ejecutivos y legislativos de la Nación”, concluyó el estudio.
